Puede romper tu corazón
En la era del Facebook y el WhatsApp, se habla mucho de la infidelidad
digital. Cada vez se conoce más casos de parejas que terminan su relación,
cuando uno de los integrantes de la misma descubre las incursiones
internáuticas eróticas del otro.
Según un estudio de la Universidad
Tecnológica de Texas, reveló que cuando una de las partes de la pareja descubre
el intercambio de mensajes sugestivos en las redes sociales de
su compañero/a con otra persona se generan angustias y crisis tan fuertes como
cuando se conoce una infidelidad sexual carnal.
La investigadora Jaclyn
Cravens usó datos del portal Facebookcheating.com, donde se recopilan las historias de
infidelidades que recorren la red de más de mil millones de
personas, para determinar el efecto del engaño cibernético y la medida en que
éste crea emociones similares para parte de la pareja “traicionada”. Luego de
analizar las historias allí expuestas, Cravens comprobó que la angustia
expresada en cada historia era tan fuerte que el engaño digital se sentía en la
misma medida que una consumación física.
En estos tiempos las redes
sociales y su inmediatez facilitan todo tipo de contactos. “Llegas a tu casa cansada
o cansado de todo el día y no necesitas arreglarte. La tentación está a un
click de distancia tanto para hombres y mujeres que por más que no pretendan
consumar un encuentro se prestan a coqueteos e histeriqueos, muchas veces
amparados por el anonimato que da el mundo virtual”.
Si quieres saber si tu
pareja está siendo infiel virtualmente, aquí te dejamos una lista de las Conductas
habituales de estas personas.
- Pasan incontables horas
frente a la computadora y suelen perder registro de lo que está ocurriendo a su
alrededor. Mientras el resto de la familia duerme,
ellos están frente a la máquina.
- Tiene cada vez menos
comunicación con su entorno.
- Se sobresaltan al ser
interrumpidos chateando o hablando.
- Suelen tener
bloqueados con contraseña todos sus gadgets: celular, tablet, PC de escritorio.
- Borran hasta el menor
registro de su actividad cibernáutica.
- Viven esclavos de su
teléfono móvil y lo llevan consigo hasta al baño.
- Suelen adjudicar
nombres de fantasía a sus partenaires.