jueves, 25 de septiembre de 2014

Padre convirtió a hijo en sicario




Regresando de una comisión en las afuera de Lima en una custer, por el corredor Grau, se inicia una conversación entre dos señoras que se trataban de “comadres”, una de ellas, la que llevaba colgado en el pecho un gran crucifico, contaba a la otra que el hijo del vecino había sido castigado con una correa por su padre y que eso demuestra que aún hay hombre que maltratan a los menores y deben ser llevado ante la justicia.
La otra señora, una pequeña mujer con lentes y un cabello que le caía sobre los hombros solo atinaba a escuchar y no hacía ningún gesto al escuchar la historia que su comadre le estaba contando. De vez en cuando miraba por el cristal de la ventana como resignándose de las acciones de la gente ante algún suceso y desean que se les una atención a sus opinones.
La primera, continuaba con su perorata y no dejaba de criticar el accionar del padre por su “bestialidad” con que castigaba al menor. Hasta que la comadre, no se pudo contener y tomando unas palabras de la Biblia, le manifestó: -  quién eres tú para juzgar? La comadre se quedó petrificada y no respondió.
Fue ahí, cuando la señora con lentes le empezó a dar unas clases de educación para la gente, hombre, mujer y menores.
Empezó diciendo que hay formas de corregir a los hijos y que uno de ellos era el castigo físico y que ella y sus hermanos habían sido criado bajo esos correctivos y que pasado el tiempo no hay traumas, huellas y/o rencores. “Estamos bien y amamos a nuestros padres”, porque hicieron lo que mejor le parecían y claro, no con el mismo rigor que los padres de ellos lo trataron.
“Los derechos del Niño” es un tema que está en discusión porque esto le ha valido a los hijos de esta generación a ser mas engreídos y abusadores. Si quieren un ejemplo, díganle a sus hijos que no van a prender el Ihod durante la mañana, porque si no lo castigaran sin salida el sábado.
Es como haber hecho una declaración de guerra contra los yihadistas y tendrán un serie de actos que les harán perder la paciencia y hasta atentaran contra su salud. Hagan la prueba, con lo que mas le gusta. Denle una orden radical.
Recuerdo que en los tiempos de los 70s y 80s la palabra del padre era ley y que pobre el que se la contradiga o simplemente no la cumpla. Ya se podía imaginar la “tanda” que recibiría. De ahí es que la generación de esos años, obedece lo que sus autoridades le ordenan, dentro de lo justo y legal.
Además, uno no podía estar contestándole o replicándole, cuando nos estaban reprendiendo porque se aplicaba el dicho de los magos: “la mano es las veloz que la vista” y sentíamos un sopetón que cruzaba nuestro rostro, y nos dejaba la mejilla roja por varias horas.
Ahora, podemos ver y escuchar a los menores, que ellos son siempre quienes tienen la razón. En la seguridad física, en lo económico y hasta en la vida real. Creen que todo lo saben, pero en realidad no saben nada puesto que todo eso se aprende con el correr del tiempo y la formación que se recibe en casa.
Muchos padres en la actualidad, trabajan todo el día y no hay tiempo para, siquiera, conversar con los hijos e interrogarles “como han pasado el día” o conocer de cerca a sus amigos y de paso a los padres de ellos. Son los padres quienes llegan tarde a casa y no ven a sus hijos porque ellos están durmiendo o lo contrario.
Esto viene a colación a las declaraciones del adolescente de 15 años que fue atrapado momentos previos de asesinar a la dirigente de Polvos Azules, quien manifiesta que fue su padre, apodado “Huánuco” quien le instó a cometer ese delito y que le daría 2 mil soles. ¿De premio?
Cómo es posible que un padre le diga tal cosa a su hijo. Eso no es deber de los padres, no le podemos estar enseñando lo malo, sino todo lo contrario, debemos inculcarle amor, respeto y honestidad, pero esas cosas no existen en la mente de este hombre y solo hay interés por el dinero fácil.
Ahora, las autoridades policiales, judiciales están acusando al padre de ser el creador de un sicario de gran potencial, porque es una manera muy fácil de obtener ganancia.
Por eso se recomienda que desde el primer momento, cuando el padre detecte algo malo en el accionar del hijo, hay que cortarlo desde raíz, porque sino esta irá creciendo y luego ya no se podrá hacer nada. Solamente la justicia será quien castige al ya delincuente. 
Porque no se corrigió en el momento oportuno.


Formación











La educación escolar pública debe, sobre todo, buscar formar ciudadanos civilizados. En el currículo se deberían integrar cursos breves, como los siguientes.
1) Educación Vial: para que desde niños se aprenda a entender que el tráfico es una comunión armónica –¡y con reglas!– entre gente que se desplaza y no una guerra anárquica.
2) Educación Constitucional: un chico debe tener nociones de lo que son la Constitución, el Código Civil y el Código Penal para que respete y haga respetar sus derechos, y sepa en lo que se mete si rompe la ley.
3) Finanzas Básicas: para que desde jóvenes aprendan a ser frugales y a reproducir –¡no solo consumir!– el dinero.
4) Urbanidad: va a sonar arcaico, pero sí creo que a los chicos hay que enseñarles una especie del venerable ‘Manual de Carreño’ modernizado para que sepan comportarse ante los demás, y la convivencia entre todos sea más respetuosa y menos invasiva. No digo que mi generación haya sido especialmente educada y no quiero sonar a Catón el Censor o clamar, como Cicerón, que Roma ha perdido las costumbres (“oh tempora, oh mores”), pero muchos chicos de ahora ni siquiera saben comer como gente, moverse con propiedad o dirigirse a los demás con cierto tino, por no decir tener una actitud de consideración hacia los ancianos, los niños y los desvalidos. Unos los observa en los programas juveniles y son, por lo general, una sarta de altaneros patanes engreídos que mal hablan a gritos, unos huraños que no saben dar la mano o unos confianzudos que besuquean o abrazan para saludar sin que les hayan dado pie para ello.
5) Redacción: ¡nunca van a conseguir un empleo interesante si ni siquiera saben pergeñar un escrito legible!
Todo esto les va a servir mucho más en la vida que Trigonometría o esos cursos de relleno; se los aseguro.