viernes, 23 de enero de 2015

LE CAE ARCO DE FUTBOL EN LA CABEZA





http://www.larepublica.pe/23-01-2015/independencia-menor-de-edad-en-estado-de-coma-tras-caerle-un-arco-de-futbol-en-la-cabeza

Esto Me hace recordar mis años de estudiante, allá por los años de 1972 – 73, cuando los alumnos del Centro Educativo Particular “PERU”, íbamos, los días del curso de Educación Física, aprovechando que estábamos vestidos con la indumentaria deportiva, a jugar al complejo deportivo que quedaba en lo que es ahora el Estadio de Madgalena.
Y una de esas tardes, ocurrió algo parecido pero cuyo resultado fue diferente. No hubo accidente qu{e lamentar, solo fue un susto para la treintena de alunmos que habíamos ido a compartir un momento de sano esparcimiento. El arco sur de una de las canchitas de fulbito se vino abajo por el peso de nuestro compañero Luis Palomino, un jovencito de ojos claros que era burla de todos. Especialmente de los de su salón.
Ocurrió que esa tarde, todos nos formamos en el centro de la losa y nos pusimos a escoger a los jugadores y Lucho fue derivado para estar en el arco, pues no era habilidoso para estar disputando un balón. Fue el arquero del equipo.
Este sexteto de alumnos demostraban mas “peso”, en el campo y los ataques eran continuos hacia el arco contrario y Lucho se sentía aburrido de cuidar las piolas del su escuadra. Hasta que empezó ha hacer piruetas con el horizontal del arco de madera.
Cada vez eran mas fuertes y duraderas las volteretas que Palomino hacía, hasta que la parte inferior, empezó a levantarse y eso hacía ser mas espectacular los volatines de Lucho. Cuando de repente, se vio que el arco comenzó a venirse abajo y con él, nuestro amigo Palomino.
El final fue, el arco cayó sobre la cabeza del muchachito y todos nos quedamos quietos, como si se paralizara el tiempo y nos hayan dicho “inmóvil!” emulando un juego infantil. Nadie dijo nada e hizo algo durante un momento.
Hasta que un hombre nos gritó: -¡Ayuden a su compañero! Recién ahí se nos vino “el alma al cuerpo” y fuimos directamente a donde se encontraba Palomino tirado. Levantamos el arco entre cinco y otros levantaban a Lucho, gritando ayuda y la asistencia de un doctor.
Corrimos como pudimos y trajimos a un galeno que tenía su consultorio al frente del colegio. Atentamente y sin mediar palabra nos acompañó y curó la fisura que tenía en la frente y le dio un analgésico. Eso nada mas y al día siguiente, como si nada hubiera pasado.
Desde ese día le cambió la vida a Luis Palomino, y ya no era Lucho, ni simplemente palomino, sino que era el “loco” por haber sobrevivido de tamaño accidente. La última vez que supe de él, fue cuando estuvo trabajando en una oficina de la Municipalidad de Lima Metropolitana.

jejejejeje les conté sobre mi nacimiento?












Bueno, un buen día, del mes de febrero, mi madre se enteró, no sabe cómo, pero se enteró que estaba embarazada y luego de meditar y buscando las palabras apropiadas se lo comunicó al hombre en quien recaía la sospecha: mi padre.

Preparándole uno de sus potajes favoritos, “lomito saltado” con carnecita recién comprada, acompañado con un humeante cafecito y su pancito que recién había salido del horno en la panadería, se sentó a la mesa junto a él.

Con voz temblorosa y dubitativa, comenzó a manifestarle las ocurrencias del día, de que las parejas que se aman y se prodigan caricias nocturnas, tenían como buen fin el de procrear un fruto de ese amor sincero y patatín y patantán, . Todo esto venía porque mi padre era un hombre muy arraigado de las costumbres antiguas.

Como lo habían criado de una manera un poco sin afecto, sentía que los hijos deberían llegar luego de tres o cuatro años, pero mi madre estaba embarazada luego de seis meses de dar a luz a su primogénito y eso era catastrófico para la familia y … para el bolsillo del papá.

Pero como  él es, (y fue) un hombre muy responsable, lo tomó con buenos ojos y le prometió a mi madre que “a la niña” no le faltará nada. Y le aseguró la atención en el hospital del Empleado, a donde  todos los  meses la llevaría a su control pre-natal.

Pasaban los días y semanas, el vientre de mi madre crecía de una manera diferente al que había tenido durante el embarazo del hijo mayor,  hasta que en el mes de octubre, siente por primera vez, los dolores de parto y no es que sea primeriza o segundiza, sino que eran los mismos síntomas cuando parió a su primogénito.

Apenas sintió los primeros dolores, apresuradamente corre al Rebagliati y entra directamente al área de emergencia para que la deriven a Sala de Parto, pero luego de ser examinada, le manifiestan que era una falsa alarma, igualmente sucede dos semanas después y la primera semana de noviembre, acude por el servicio de urgencias y le dicen que no se traume, porque aún faltaba mas tiempo.

Sin embargo... dentro de ella había una personita que estaba apurado por salir a este mundo, hasta que un buen día mi madre siente que la "fuente" se le rompe y no sabe que hacer.

Llama a su suegra, la madre de mi padre, quien un día muy lejano, le llamó ladrón. Esa mujer la ayuda y quiere llevarla al mas cercano centro asistencial porque el no-nato, estaba tratando de salir a como de lugar, del vientre de la mujer, quien se sobreponía al dolor.

Luchan contra el reloj y salen dando un portazo, miran para un lado y para el otro y no ven ningún taxi, no hay nadie que la ayude a trasladarla al hospital y la farmacéutica de una botica cercana, le dice: señora llévela a la clínica que está cerca.

Uyyyy!  los oiditos del aún no nacido, que aún estaban virgen de toda mentira, escuchó, ¡clínica! y la abuela sin medir consecuencias y ayudada por la señorita boticaria, que por casualidad se llamaba Caridad, la trasladan referido centro de salud.

Esta Clínica, que por aquel entonces era una de las mejores de Lima,  exclusiva para gente pudiente y mi madre no lo era, menos mi abuela, pero los galenos al ver a mi madre desfallecer y con el vientre crecido ya punto de reventar, se compadecen y la llevan al quirófano. Cuando le empezaron a hacer el trabajo de parto vieron que la piernita, estaba afuera, el muchacho ya estaba naciendo y eso fue hace muchos años, un once de noviembre.

Esa misma tarde cuando ya estaba envuelto en sus primeras prendas de vestir, se escucha que los galenos discutían, que mi madre y su flamante bebé, deberían abandonar Clínica y ser trasladada a dónde le corresponde a una persona de su nivel social, al Hospital del Empleado.

Mis padres esperaban a una mujercita, pero en su lugar vino al mundo un robusto niño que ahora, luego de muchos años es un profesional de las letras y ha vivido una vida con muchos “baches”, lo cual le ha valido tener muchas anécdotas qué contar.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

Sueño, despierto

Un sueño ...
Deseo tener a mi lado una amiga, una alma gemela, aquella personita bella que sea quien me acompañe en todos mis proyectos, mis locuras y me oriente en los mismos. Aquella que le brinde mi ayuda, que le de ánimo para continuar viviendo.
Sí, soy muy romántico, tengo 58 años y hasta ahora no te encuentro. Pero soy fuerte, también, porque no me dejo vencer por la tristeza, sigo con mi vida normal con la esperanza que algún día se cruce por mi camino.
Doy mucho amor a mis mascotas, les hago cariño porque sé que necesitan mucho afecto y no solo comida. Ellos me acompañan, me arrancan de vez en cuando una sonrisa o carcajada con sus ocurrencias.
Vivo con mis hermanas y mi mascota, procuro hacerlas feliz en la medida de mis posibilidades. Trabajo de asistente aunque me hubiera gustado estar como periodista, mi profesión. Amo hacer caminatas al aire libre para apreciar la naturaleza y respirar aire puro.
Evito lugares bulliciosos, no me gusta mucho la capital, salir al centro es terrible, caos vehicular, contaminación y sobre todo tener que ver cosas que me afectan, la pobreza extrema de la gente o animalitos abandonados.
No me crean tan sensible, tengo mi carácter fuerte y lo saco cuando veo que me hacen daño o se lo hacen a mis seres queridos o cuando se comete una injusticia, no tolero sobre todo el abuso, eso me revienta, ahí saco mi HULK que llevo dentro.
Por otra parte, disfruto de cocinar cosas ricas, de ver una buena película sea en la tele o en el cine, me gusta encontrarme con mis amigos para conversar (tengo dos amigos muy estimados).
Y una de las cosas que mas me deleita, es saborear un delicioso helado de Tutti fruti, aquella que tiene un poco de miel y su crema de leche de coco. Ummm, se me hace “agua la boca”. Y pensar que me tomaba medio litro diario.
Además, otra de las cosas que me gusta es un plato de arroz con pollo y si consabida papa a la huancaína, adornado con su huevo y una rajita de ají mirasol.
En mis tiempos libre, estoy bsucando qué hacer y me adentro en mis manualidades. Arreglando lo que está estropeado o simplemente tiendo a arreglar el dormitorio y la ropa.
Uyyyy, creo que me salí del tema.
Busco una persona que sea mi AMIGA.
Jajajajaja …por ahora no escribo más.. luego será.