martes, 8 de abril de 2014

Mamá, me voy de la casa





Nosotros, los peruanos, tenemos la tendencia de ser sumamente dependientes del hogar paterno. La tradición nos empuja a pensar que los hijos solo deben salir de la casa si es que están casados, o por estudio o trabajo en el extranjero; de lo contrario habrán de permanecer todos en la casa donde “crecen”. Así se va acostumbrando a los hijos que, aun trabajando y con hijos, sigan pegados a la casa de mamá.
El pretexto ha sido la situación económica, no ganar lo suficiente o la falta de trabajo. Sin embargo, querer es poder, y hay jóvenes que, siguiendo el ejemplo de otros países, se juntan entre varios y comparten un piso como estudiantes.
Estas reflexiones sirven para recordar que la separación del hogar paterno, luego de los 20 años, es una experiencia favorable. La vivencia de estar solos y atenderse por sí mismos jamás se aprenderá estando en casa de mamá, y perderán el miedo a ser independientes, se preocuparán de prepararse su propio desayuno, ocuparse de su ropa sucia y arreglar su cuarto.
Pero lo más importante de salir a vivir lejos está en ser dueños de sus propias decisiones, y no estar dependiendo de permisos o frenos de papá.
Aprenderán 4 conceptos que les servirán toda la vida: 1) Ser totalmente responsables de sus actos. 2) Asumir las faltas que cometen. 3) Cuidar su salud. 4) Responsabilizarse del manejo de su dinero.

El arte de decir que no





Muchos sienten vergüenza cada vez que tienen que negarse a aceptar un pedido que, en el fondo, no quieren hacer. Para no pasar ese momento bochornoso terminan diciendo ‘sí’. No poder decir ‘no’ proviene de la niñez y parte del hecho de no haber sido educado para rechazar lo que no se quiere y aceptar solo lo que va con su deseo y le hará bien. Al pasar el tiempo, estas personas son incapaces de decir ‘no’ aún ante situaciones críticas, como cuando les piden su presencia en un momento que no quería asistir o dinero prestado. Si no aprendiste de niño, siempre es buen momento para empezar, pero cuando se es adulto, se tendrá que añadir una explicación. Esta explicación es un método para que quien está siendo rechazado entienda los motivos que lo han llevado a darle un radical ‘no’. También hay momentos en los que uno debe pensar bien si quiere decir un ‘no’ definitivo, para lo cual puede señalar que no es el momento para aceptar el pedido o que lo pensará. Uno no tiene que ser grosero ni perder amigos por esto. Recuerde que luego de cada ‘no’, es sensato dar una breve explicación para que entiendan su negativa.

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