“Miente, miente, que
algo quedará”, reza una frase conocida y eso es lo que viene a la mente cuando vemos o
oímos a los funcionarios que están siendo investigados por alguna falta que han
cometido y se les ha descubierto, tal como el caso del Congresista, Julio Gagó,
Ha salido a manifestar que los audios
propalados por los diferentes programas de investigación periodísticos televisivos,
han sido “manipulados” y que no reflejan el fondo de la conversación.
Sin embargo, Kenyi Fujimorí al referirse al caso
manifiesta que luego de escuchar los audios, “se deduce que hubo un aprovechamiento del cargo
para vender sus productos al Estado a través de la empresa Copy Depot”
Estas cosas y otras, vienen siendo noticias del
día lo que demuestra que muchos altos funcionarios han accedido a puestos
claves, no para servir al país, sino “para servirse del él”.
Ahora, con los descubrimientos o denuncias de
estos, cada uno sale con su “verdad” y “Miente, miente, que algo quedará”, tal
como lo manifestaba Joseph Goebbels, encargado del aparato de propaganda de
Adolph Hitler y que le valió hacer creer que Alemania estaba ganando la guerra.
Acá también, con las mentiras de que no impuso la
publicidad en un colegio, que no hubo testaferro en el Callao o simplemente la
gasolina no se estaba vendiendo, son mentiras que no se lo cree siquiera un
niño de diez años.
Hay situaciones que no necesitan ser comentadas
porque están mas claro que la luz del día. Si no que digan: El no fue quién
autorizó el pago de devengados por la gasolina a un encarcelado. Si ese
encarcelado, está privado de su libertad y por lo tanto privado de sus
derechos, especialmente al cobro del Estado.
O, que la dama no cometió abuso de autoridad cuando caminó por la alfombra roja, o cuando la luz verde no la da ella.
Solo queda una gran verdad: - Si hablas, te harán "bullyng palaciego".
No será que "miente, miente que algo quedará", es lo mejor?
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