lunes, 29 de septiembre de 2014

ERRORES DE COMUNICACIÓN




Cuando una pareja se siente conectada, la comunicación fluye sin esfuerzo. Pero a veces surgen pequeñas fisuras en la conexión emocional, que se pueden hacer más grandes si no se mantienen los buenos hábitos en la comunicación.

Tener una buena comunicación con la pareja y sentirse conectado con ella, es un círculo virtuoso: la conexión se crea gracias a la comunicación, y esta se mantiene siempre que las personas se sientan conectadas, es decir, que compartan una intimidad y se involucren de manera responsable en su relación.
Así pueden pasar muchos años, pero según los expertos, en ciertas ocasiones es inevitable que surjan distanciamientos entre los esposos. Generalmente, esto ocurre cuando se presentan cambios importantes, como el hecho de tener un hijo, mudarse de ciudad, quedarse sin empleo… en fin, todos los eventos que pueden marcar la vida de una familia.
Entonces, la pareja debe hablar de los cambios y re-definir las reglas para adaptarse al nuevo escenario y que ambos sigan siendo felices. Pero a veces los esposos no lo arreglan a tiempo, o no hablan adecuadamente de temas que pueden ser difíciles, como sus frustraciones y temores… y el distanciamiento puede hacerse más grande y prolongarse por más tiempo.
Estos son dos de los errores más comunes de comunicación en el matrimonio. Lo importante es identificarlos, reconocer si se están cometiendo, saber a qué se deben y aprender a superarlos.
1. GRITARSE 
• Cuando nos enojamos, tendemos a levantar la voz. El coraje nos genera una tensión tan grande, que sentimos que necesitamos liberarla a través de los gritos. Por eso, gritarle a la pareja es un mal hábito que se puede desarrollar en el momento menos pensado.
• Se puede sentir bien en el momento en que la tensión es liberada, pero esta sensación de satisfacción dura muy poco, pues los gritos no son más que combustible que se le añade al fuego de la discusión.
• Sin importar lo que esté diciendo, si lo grita, está comunicando sus emociones negativas. Está diciéndole a su esposo, o esposa, que no tiene una actitud comprensiva, sino que está frustrado y a la defensiva.
• Los gritos son una forma de violencia hacia su pareja, pues él o ella se sentirán vulnerados, ofendidos y abrumados por el volumen de su voz. En pocas palabras, cuando los gritos comienzan, la comunicación termina.
¿Qué hay detrás de las peleas y los gritos?
• Las peleas en la pareja no se deben precisamente a una falta de técnicas de comunicación. De acuerdo con psicólogos, las peleas inician cuando uno de los esposos siente que el otro no está suficientemente interesado en él o en sus sentimientos. Entonces, pelean y se gritan para sentirse menos desconectados.
• Es una paradoja, pero las parejas que se sienten alejadas, de repente gozan de un acercamiento cuando pelean… aunque sea una conexión negativa y momentánea. Por eso, las peleas y los gritos pueden convertirse tan fácilmente en un mal hábito: porque a veces son el único momento en que los esposos comparten algo.
¿Cómo dejar este mal hábito?
• Cuando usted aprende a controlar sus emociones, puede comunicar mejor su mensaje. Esto no significa que se deshaga de lo que siente, sino que lo haga entender. Para lograrlo, el canal de comunicación debe ir en los dos sentidos: por más enojo que sienta, no va a hablar únicamente usted.
• Debe tener la serenidad y disposición suficientes para escuchar a su esposo o esposa. Pero lo más importante es mostrar interés y cariño, preguntarse cómo se sienten, mostrar simpatía y empatía con el otro, pasar tiempo a solas, para reparar la desconexión y restaurar la intimidad de la pareja.
2. CENTRARSE EN EL “YO”, 
EN LUGAR DEL “NOSOTROS”
• Generalmente, los problemas que ocupan nuestra mente se centran en nuestra persona. El “yo” es el centro de todas las preocupaciones y esto es lógico, porque todo lo pensamos desde nuestra perspectiva.
• Pero cuando se trata de los asuntos del matrimonio, debe prevalecer el “nosotros”. A veces, el error es pensar que uno no se está divirtiendo, o que mi pareja no está cumpliendo mis expectativas… cuando estos problemas se enfocan desde el nosotros, la perspectiva se enriquece.
Póngase en los zapatos de su pareja
• Los buenos matrimonios están basados en la generosidad y en las conductas consideradas, de cuidado y responsabilidad entre la pareja. Entonces, en lugar de protestar porque el esposo o la esposa no lavó bien los trastes, hay que sentir empatía por su pareja que se encarga de las labores de la casa y repartirlas de manera más equitativa.
• Si adoptamos la generosidad como una conducta diaria hacia nuestra pareja, él o ella nos responderán de la misma manera, tarde o temprano. Pero al principio, ser generosos sin esperar nada a cambio, es la única manera de iniciar un círculo virtuoso en el matrimonio.
¿Problemas de comunicación o falta intimidad? 
Los psicólogos recomiendan que antes de intentar mejorar la comunicación con su pareja, reflexione acerca de cuestiones como estas:
• ¿Se siente emocionalmente conectado(a) con su esposo(a)?
• ¿Qué tanta curiosidad siente por conocer su perspectiva?
• ¿Le importa si él o ella se siente bien ahora?
• ¿Qué ama y valora en su pareja?
Habiendo respondido estas cuestiones, podrá decidir si los problemas que han tenido últimamente se deben simplemente a malos hábitos de comunicación, o a un problema más profundo de falta de conexión emocional.
Por ejemplo, si respondió que la perspectiva de su pareja le importa únicamente si coincide con la suya… entonces lo más probable es que necesiten reconstruir su conexión emocional.
   


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