En República Dominicana, Juanitop se
encontraba trabajando en la Universidad y los encargados del departamento
educativo le dan la opción, de aumentar su economía, si deseaba dictar clases
de la misma materia en el colegio que el Centro superior tenía a escasas
cuadras del campus universitario. Él sin pensarlo aceptó y empezó a enseñar a
jóvenes dominicanos.
Una mañana como de costumbre, los
profesores llegan temprano y apuntan su ingreso en el libro de asistencias. La
Directora los mira y les recomienda entrar a las aulas lo mas antes, puesto que
los alumnos empiezan a hacer algunas travesuras y les perjudicaría en sus hojas
de rendimiento.
Casi el instante Juanitop fue al aula que
le tocaba, Tercero de bachiller y encuentra a la mayoría de alumnos conversando
y jugando, unos sentados en las carpetas o butacas como las llaman en República
Dominicana. Al verme todos se apuran a ubicarse en sus sillas y termina el
bullicio.
Pasa lista y se da cuenta que están casi
todos, a excepción con el alumno que se ha retirado a medio año y que cumplió
el sueño de viajar a Puerto Rico, puerta previa para llegar a Estados Unidos.
Su madre lo retiró porque no se “adaptaba” con los demás alumnos del salón.
El profesor anunció que ahora el tema
será, “los verbos transitivos e intransitivos”. Hace la clase sin ningún
problemas hasta que faltando mas o menos cinco minutos, Se da cuenta que
algunos alumnos han salido del aula. se percata que están en el pasadizo y los
hace entrar.
Cuando toca la campana anunciando el
cambio de hora y por consiguiente, los profesores deben rotar a otras aulas,
con algunos libros en ambos brazos baja del segundo piso y se encuentra con una
de las alumnas, del Tercero y le llamó la atención. Ella le dice – No he estado
en clases.
No le cree, porque al pasar asistencia,
ella respondió: presente y le recrimina preguntándole a dónde había ido. Ella
respondió casi gritando que había ido a comprar un “bolón” y
le enseñó un caramelo redondo con un palito, tipo chupetín de color rojo.
Lo tenía en la boca y miraba asustada
porque sabía que el profesor podía hacer valer su autoridad para que se gane un
castigo, por escaparse del salón en horas de clases. Pero no fue ni lo uno, ni
lo otro. Para no hacer mas problemas le dijo: - Porqué se había molestado si le
podía dar un bolón gratis.
Hizo el ademán de bajar la mano y
levantarse la camisa, tipo guayabera holgada de color celeste, por la parte
delantera central del cuerpo, mete la mano debajo de la prenda de vestir y como
no podía mirar donde ubicaba su mano, bajó la mirada y abrió su cartera de
cuero, tipo canguro, que había llevado de Perú.
Los dominicanos lo llaman “mariconera” y
no es muy usado en el país caribeño, pero es conocido. Además, Juanitop siempre
iba a todo lugar con esa indumentaria por lo práctico que resultaba para llevar
la billetera, celular, llaves, peine, monedas y documentos. También los dulces
que eran decomisados o regalados por unos alumnos, eran guardados ahí.
Cuando sacó el “bolón”,
que uno de los alumnos por simpatía se lo había reglado, pero lo volvía a
regalar a otro y ese era el caso, se lo estaba regalando a la alumna que se
escapó. Pero ella había desaparecido como por arte de magia. No sabía si había
regresado a su clase o a dónde.
Pasó el momento y se va a la sala de
profesores a planificar su próxima clase. Después del recreo, la directora lo
llama para su oficina y el sabía que ella no llamaba por gusto, sino por algún
caso delicado entre el profesorado y los alumnos. Sintió algo raro la
invitación ese momento, pero como no temía nada que temer, se apersonó.
Grande fue su sorpresa cuando la directora
le dijo que una alumna lo estaba acusando de haberle enseñado el miembro viril.
Al instante le respondió que eso era una tremenda infamia y que quisiera saber
el nombre de la denunciante de tal acusación que perjudicaba su honorabilidad
de hombre probo y respetuoso.
Respondiendo y señalando con el dedo,
hacia un lado, la autoridad del colegio le dijo que ella era la alumna que le
estaba acusando de esa obscenidad. No lo creyó y describiendo todo tal y cual
había pasado, le explicó que aquella era una alumna que nunca estaba en clases
y esa mañana no era la excepción y terminó por escaparse del salón.
Al salir y bajar, en las escaleras se
tropezó con ella y le increpó su actitud y ella como justificando su mal proceder
le refirió que había ido a comprar un “bolón”, lo cual le dijo
- Porqué se había molestado si le podía dar uno gratis. Y haciendo el mismo
ademán y escuchando todos, el sonido del zipper correr de derecha a izquierda.,
su mano sacó un chupetín rojo.
Mismo Houdinni, estaba con el bolón rojo que sacó del “cangurito”, el cual
tenía asegurado en la cintura. No había nada que hacer, no había tiempo para
cambiar las cosas o arreglar la situación. La demostración fue la mejor prueba
que ella estaba mintiendo y lo peor es que ahora tenía una testigo, que juraba
lo que ella decía.
Montando en cólera, Juanitop de dijo que
eso se llama difamación y era motivo de una demanda, no a ella sino a sus
padres por haber criado una personita, mentirosa, manipuladora y cínica. Y que
no se debe jugar con la integridad moral de las personas porque es fácil de
correr un rumor, pero es muy difícil revocar lo hablado.
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