Y como prediciendo lo que iba a suceder,
llegó la hora penúltima y ya no tenía que dar clases porque terminó por ese
día. Complaciente de haber arreglado el asunto del bolón con la alumna y sería
la directora quien debería de castigarlas, pero no hubo tal castigo. No quería
perder su trabajo, porque ya había terminado su contrato con el dictado en la
universidad..
Al llegar a la gran avenida, que queda a
dos cuadras del colegio, una profesora le increpa la acción que le hizo a “su”
alumna. Cosa que le indignó, no por lo escuchado, sino por el chisme que viajó más
rápido de lo pensado. Ya todo el colegio debería saber lo que le ha pasado al
profesor de Lengua Española.
Al día siguiente habló con la directora de
lo acontecido y ella llamando a las dos alumnas les amenazó que si no callaban
las bocas de los alumnos y desmentían lo que hablaban, debería aguantar la
serie de demandas que el colegio, la Universidad y el profesor afectado, harían
a sus padres.
Salieron y de salón en salón hablaron y
dijeron que había habido un malentendido y que el profesor no había hecho nada
y que ya terminen de hablar cosas que no son ciertas. A pesar de haber rogado y
suplicado, muchos no creyeron y hablaron mas, pensando que habían sido
presionados por las autoridades del Centro Educativo para que se calle lo
sucedido.
Poco a poco se fueron apagando las
habladurías del tema del bolón, pero ya la honorabilidad del profesor estaba
tirada por los suelo y era víctima de miradas indiscretas cuando llevaba a
algún alumno a la dirección. Hasta que llegó casi a fin de año educativo, era
el mes de Junio.
Los primeros días, observó que un grupo de
alumnos del 5º grado de primaria perseguían a varias mujercitas de ese mismo
salón, para donde iban y cuando los siguió con la mirada, observó que uno de
ellas las tocaba de forma indecente, lo cual no era de agrado de la menor.
Apurando el paso, el profesor los detiene
y les llama la atención, amenazándolos con llevarlos a la Dirección para que
traigan a sus padres por lo que estaban haciendo a las niñas. Ellos se rieron y
en tono amenazante le refirieron que los lleve y que no tienen miedo.
Llamando al guardián del colegio, quien
fungía de auxiliar en algunas oportunidades, los tomó del brazo y los llevó
delante de la directora. Recibida las quejas, y al momento que estaba haciendo
las esquelas de citación para cada uno de los padres. Uno de los chico le espetó
en la cara a la Directora: - Si el profesor le enseña el miembro a las alumnas
del 3er año de bachiller y no lo han castigado y por qué a nosotros si
Eso fue la gota que colmó la paciencia del
profesor y girando sobre sus talones salió de la dirección, mira al cielo y
exclama: - Esto se jodió!. Y empezó a angustiarse para tomar una determinación
para terminar con ese asunto. En la noche pensó que era lo mejor renunciar para
que los alumnos no tengan que dar el examen final.
Eso era el motivo principal, se buscaba
que el profesor de Lengua Española y encargado de Lectura de todo el colegio,
no esté en los exámenes finales, para que no los desaprueben. Y la mejor manera
se presentó con los más chiquitos del colegio. Lo que no pudieron hacerlo los
grandes, lo hicieron los de primaria.
El profesor fue al día siguiente, llegó al
colegio con una solicitud de renuncia. El no iba a permitir que lo boten o
expulsen, Por su dignidad debía ser mas valiente y sin bajar la cara presentó
su renuncia irrevocable al puesto de Docente de Lengua Española y Encargado del
Plan de Lectura.
La directora le pidió que no lo tome a la
ligera, pero él le explicó que con la honorabilidad no se jugaba y que si hay
dudas de eso en su persona, lo menos que tenía que hacer es salir con la frente
en alto. Ella le rogó que no lo haga o que al menos espere a que termine el año
escolar, porque para el próximo año eso se olvidará.
La determinación era final y en sus treces
le volvió a decir que le acepte la renuncia. Como ruego final, la directora le
pidió que se quede hasta los exámenes y después renuncié Él mirándola vio que
era un ruego de una mujer que no tenía otra solución.
El profesor habló y dijo: - Está bien
licenciada, yo lo haré por usted y no por esos niños. Sabía que eran unos abusadores,
engreídos, mentirosos, cínicos y ociosos. Solo buscan el juego, la buena vida y
viajar a EEUU o Puerto Rico, no estudian en ningún momento, piensan que la vida
es solo diversión.
Luego de los exámenes que los cumplió
hasta con los sustitutorios, el profesor se fue a trabajar donde una Asesoría
Periodística a hacer análisis de los medios de comunicación. Y solo tenía en
mente una pregunta, ¿Quién le hizo pasar una nueva desventura en su vida? se
respondía: UNA MUJER.
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