jueves, 26 de septiembre de 2013

INGRESO A LA UNIVERSIDAD


Tantas veces he contado esta parte de mi vida que ya me la se de memoria, pero mis lectores ignoran que la persona que me impulsó a postular a la universidad fue una mujer que me había cautivado desde el primer día que la vi y que llegó a ser parte importante de mi existencia y que por ella, ahora estoy como estoy.
Corrían los primeros meses de 1977. Abril para ser mas exactos y los jóvenes se preparaban para dar el examen a una universidad y empezar a estudiar una futura profesión que les haga hombres o mujeres de bien y ser orgullo de sus padres, quienes se sacrificaron durante su etapa escolar. Muchos entraban a prepararse en los meses de verano, en las cientos de academias pre-universitarias que inundan la capital, unas de renombre y otras que ni siquiera conocidas por los mismos muchachos.
Hasta las iglesias abrían sus puertas e improvisaban aulas para recibir a los chicos ávidos de preparación de todo lo estudiado en el colegio. Algunos de estos ex escolares, pensaban que unos días y meses, serían necesarios para aprender o recordarse de los cinco años que habían pasado y que les serviría para el gran examen que es el filtro para lograr un futuro provisor.
Pero ellos no sabían que esa evaluación es una forma que han ideado los genios de las altas esferas universitarias para eliminar a los miles de estudiantes que deseaban ingresar a estudiar una carrera. Y por ahí hacer ingresar a sus recomendados, lo que fue en los primeros años.
Juanitop, no era ajeno a esa realidad y continuaba pensando el momento para “prepararse” y aventurarse a estudiar una profesión que le beneficiara en su vida futura y no veía que ya era tiempo de hacerlo porque el tiempo pasa sin darse cuenta que es inexorable en su camino.
A mediados de ese mes, su enamorada le manifiesta que se había inscrito para dar el examen de admisión a una universidad particular, porque no podría tratar de hacerlo a una nacional ya que mientras que en la primera, ella combatiría con tres a cuatro por una vacante a la especialidad que deseaba, en la nacional, tendría que hacerlo contra doscientos. Esa era la realidad.
Y le enseñó su carné de postulante, lo cual le estaba dando un mayor rango de capacidad que él y eso fue lo que sintió Juanitop, Se sintió minimizado por ese pequeño documento verde que tenía la fotografía adherida de la mujer. Le dolió mucho ese momento.
 Y pensando para si, empezó a maquinar una contra acción de la situación y le inquirió algunos datos de la forma cómo había hecho para inscribirse y a qué universidad. Ella inocentemente le dijo todo y añadió que la próxima semana se cerraba la inscripción porque el examen estaba programado para la quincena del siguiente mes.
La acompaño hasta le esquina de su casa, un barrio popular y en el camino se enteró que ella se había estado preparando hacia un año en una academia de nivel medio y que ya estaban por terminar el ciclo con un simulacro de examen, tipo al que toman en las universidades.
De retorno a su casa, Juanitop pensaba que si ella, siendo mujer y estaba tratando de superarse, a pesar de tener un trabajo digno dentro de la actividad comercial. Porqué él  no hacía lo mismo y continuar con su labor en el ministerio donde trabajaba desde el año pasado. Era una pregunta que le daba vueltas en la cabeza.
La mañana siguiente, se levantó decidido a emular a su enamorada y se propuso también a postular en ese examen, sin tener la preparación necesaria para lograr un cupo al centro de estudio superior. Solo le esperanzaba ser igual a los otros chicos de su edad y al deseo de su compañera de sentimientos. Ser universitario.
Hurgó entre sus papeles con la intención de encontrar algunos que le sirvan en la inscripción. Llamó a la futura madre de sus hijas y le hizo algunas preguntas someras sobre los requisitos que solicitaban. Faltaban pocos días para el cierre y esa falta de tiempo le sirvió para apurarse mas.
El reto estaba dado. Tendría la oportunidad de ser igual a los otros, a su enamorada al tentar, si quiera sabiendo de antemano que no lograría ingresar, pero en el intento se quedaría e igualaría a todos con esa acción. Y… oh  sorpresa! Pudo recolectar los documentos requeridos y la cantidad justa para inscribirse.
Eras los primeros días del mes de mayo y el clima estaba cambiando, del caluroso verano al tibio otoño. Las calles estaban llenas de hojas caídas de los árboles y Juanitop, continuaba con su rutina diaria de ir al trabajo y luego a recoger a su futura. No había nada mas porque era imposible estudiar para el examen de ese domingo.
El día llega, la hora se aproxima. Los dos están listos para irse a sus respectivos  centros de evaluación. Ambos empiezan el día encomendándose al Todopoderoso para que les de “una manito” en esta prueba que tiene carácter de eliminatorio. Cualquiera pensaría que este examen mide el conocimiento de cada postulante. Mentiras!!!!


Ese examen era para dejar de lado a los jóvenes menos preparados y no para medir su grado de inteligencia o nivel cultural o de conocimientos adquiridos en los tiempos de escolar. Muchos había “pasado” de año con notas de 11 y 12, lo cual demuestra que su nivel era pobrísimo en relación con aquellos que si, tomaron los estudios primarios y secundarios con seriedad.

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