Tantas veces he
contado esta parte de mi vida que ya me la se de memoria, pero mis lectores
ignoran que la persona que me impulsó a postular a la universidad fue una mujer
que me había cautivado desde el primer día que la vi y que llegó a ser parte
importante de mi existencia y que por ella, ahora estoy como estoy.
Corrían los
primeros meses de 1977. Abril para ser mas exactos y los jóvenes se preparaban
para dar el examen a una universidad y empezar a estudiar una futura profesión
que les haga hombres o mujeres de bien y ser orgullo de sus padres, quienes se
sacrificaron durante su etapa escolar. Muchos entraban a prepararse en los
meses de verano, en las cientos de academias pre-universitarias que inundan la
capital, unas de renombre y otras que ni siquiera conocidas por los mismos
muchachos.
Hasta las
iglesias abrían sus puertas e improvisaban aulas para recibir a los chicos
ávidos de preparación de todo lo estudiado en el colegio. Algunos de estos ex
escolares, pensaban que unos días y meses, serían necesarios para aprender o
recordarse de los cinco años que habían pasado y que les serviría para el gran
examen que es el filtro para lograr un futuro provisor.
Pero ellos no
sabían que esa evaluación es una forma que han ideado los genios de las altas
esferas universitarias para eliminar a los miles de estudiantes que deseaban
ingresar a estudiar una carrera. Y por ahí hacer ingresar a sus recomendados,
lo que fue en los primeros años.
Juanitop, no era
ajeno a esa realidad y continuaba pensando el momento para “prepararse” y
aventurarse a estudiar una profesión que le beneficiara en su vida futura y no
veía que ya era tiempo de hacerlo porque el tiempo pasa sin darse cuenta que es
inexorable en su camino.
A mediados de ese
mes, su enamorada le manifiesta que se había inscrito para dar el examen de
admisión a una universidad particular, porque no podría tratar de hacerlo a una
nacional ya que mientras que en la primera, ella combatiría con tres a cuatro
por una vacante a la especialidad que deseaba, en la nacional, tendría que
hacerlo contra doscientos. Esa era la realidad.
Y le enseñó su carné
de postulante, lo cual le estaba dando un mayor rango de capacidad que él y eso
fue lo que sintió Juanitop, Se sintió minimizado por ese pequeño documento
verde que tenía la fotografía adherida de la mujer. Le dolió mucho ese momento.
Y pensando para si, empezó a maquinar una
contra acción de la situación y le inquirió algunos datos de la forma cómo
había hecho para inscribirse y a qué universidad. Ella inocentemente le dijo
todo y añadió que la próxima semana se cerraba la inscripción porque el examen
estaba programado para la quincena del siguiente mes.
La acompaño
hasta le esquina de su casa, un barrio popular y en el camino se enteró que
ella se había estado preparando hacia un año en una academia de nivel medio y
que ya estaban por terminar el ciclo con un simulacro de examen, tipo al que
toman en las universidades.
De retorno a su
casa, Juanitop pensaba que si ella, siendo mujer y estaba tratando de
superarse, a pesar de tener un trabajo digno dentro de la actividad comercial.
Porqué él no hacía lo mismo y continuar
con su labor en el ministerio donde trabajaba desde el año pasado. Era una
pregunta que le daba vueltas en la cabeza.
La mañana siguiente,
se levantó decidido a emular a su enamorada y se propuso también a postular en
ese examen, sin tener la preparación necesaria para lograr un cupo al centro de
estudio superior. Solo le esperanzaba ser igual a los otros chicos de su edad y
al deseo de su compañera de sentimientos. Ser universitario.
Hurgó entre sus papeles
con la intención de encontrar algunos que le sirvan en la inscripción. Llamó a
la futura madre de sus hijas y le hizo algunas preguntas someras sobre los
requisitos que solicitaban. Faltaban pocos días para el cierre y esa falta de
tiempo le sirvió para apurarse mas.
El reto estaba
dado. Tendría la oportunidad de ser igual a los otros, a su enamorada al
tentar, si quiera sabiendo de antemano que no lograría ingresar, pero en el intento
se quedaría e igualaría a todos con esa acción. Y… oh sorpresa! Pudo recolectar los documentos
requeridos y la cantidad justa para inscribirse.
Eras los
primeros días del mes de mayo y el clima estaba cambiando, del caluroso verano
al tibio otoño. Las calles estaban llenas de hojas caídas de los árboles y
Juanitop, continuaba con su rutina diaria de ir al trabajo y luego a recoger a
su futura. No había nada mas porque era imposible estudiar para el examen de
ese domingo.
El día llega, la
hora se aproxima. Los dos están listos para irse a sus respectivos centros de evaluación. Ambos empiezan el día
encomendándose al Todopoderoso para que les de “una manito” en esta prueba que
tiene carácter de eliminatorio. Cualquiera pensaría que este examen mide el conocimiento
de cada postulante. Mentiras!!!!
Ese examen era
para dejar de lado a los jóvenes menos preparados y no para medir su grado de
inteligencia o nivel cultural o de conocimientos adquiridos en los tiempos de
escolar. Muchos había “pasado” de año con notas de 11 y 12, lo cual demuestra
que su nivel era pobrísimo en relación con aquellos que si, tomaron los
estudios primarios y secundarios con seriedad.
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