Por segunda vez siente movimiento en sus
muslos y al abrir los ojos ve a la “HERM.ANA”, agarrándole el miembro y
frotándolo violentamente que en un instante se le puso erguido. No reaccionó al
instante porque mas fue la sorpresa y la sensación que comenzó a experimentar. Hacía
muchos años que no sentía algo así y en un inicio no lo rechazó, pero sus
principios religiosos y sociales hicieron que empezará a luchar para que dejara
de hacerlo. Su hombría y machismo impidió de continuar la pelea y empezaba a
perderla porque hacía muchos años que no tenía sexo.
Veía a la mujer apretándole el miembro, se
lo metía a la boca y lo sacaba para volverlo a friccionar. Era una experta y
cuando ya sentía que se acababa, Juanitop mira hacía la cama de la niña enferma
y ve que ella estaba mirando todo lo que su madre le hacía.
Le comenta a ella y esta no hace caso.
Agarrándole de los cabellos le vuelve a
decir - Aguabella estaba mirando, ella dirige la mirada hacia la cama y ve a la
niña tiene los ojos cerrados. Yo sabía que se estaba haciendo la dormida. La
madre me respondió: - ya ves, está durmiendo y continuó jalando el apéndice
sexual, hasta que expulsa todo lo guardado por años. Quizás fueron 20 ó 21
años.
Esa fue la peor experiencia que se llevó
en República Dominica. Una mujer que apenas conoce a un hombre y a los dos día
tiene sexo con él, sin preguntar si sufre de alguna enfermedad, si le gusta
hacerlo o cualquier razón, pero ella hizo lo que hizo y Juanitop se lo guardó.
Esa mujer se le cayó del sitio que la
tenía como persona y como cristiana. No podía concebir mentalmente cómo ella
que se podía jactar como una verdadera sierva del Señor, haya hecho tamaña
cosa, además, delante de su pequeña hija que estaba sufriendo los estragos de
su enfermedad.
Desde ese día empezó a cuidarse de la
“HERM.ANA” porque no vaya a ser que sea una mujer acostumbrada a tener sexo con
cualquiera y en donde sea. Ya no permitía que entrará a la casa de los Marmocercas
si ellos no estaban. Salía al patio o a la calle para conversar.
Ah! Y cuando ella llegaba con el auto se
sentaba con temor porque podía voltear en cualquier calle solitaria y hacerle
lo que me hizo. Claro, como hombre le gustaría, pero su vida cristiana no me lo
permitía y siempre recordaba ese versículo de la Biblia: TODO ME ES PERMITIDO,
PERO NO TODO ME CONVIENE.
Días después se fue a Puerto Plata para
hacer uso del programa Vacacional que compró adjunto al boleto de viaje. Fueron
20 días de alegría, paz y pura diversión. Los dos últimos días, fue la
“HERM.ANA” a recogerlo con un grupo de amigos de la Congregación.
Ahí comenzó a conocer a los amigos de la
“HERM.ANA” y ella le promete que ya no volverá a pasar lo que sucedió esa noche
y le explicó que fue un arrebato que tuvo, porque hacía mucho tiempo (cinco
meses) que no tenía sexo y que vio la posibilidad de que yo sea el quien la
satisfaga.
A medida de cerrar el tema, le dijo: - Lo
que hiciste esa noche se llama VIOLACIÓN!!
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