jueves, 20 de octubre de 2011

LLEGADA AL CARIBE III parte

Por segunda vez siente movimiento en sus muslos y al abrir los ojos ve a la “HERM.ANA”, agarrándole el miembro y frotándolo violentamente que en un instante se le puso erguido. No reaccionó al instante porque mas fue la sorpresa y la sensación que comenzó a experimentar. Hacía muchos años que no sentía algo así y en un inicio no lo rechazó, pero sus principios religiosos y sociales hicieron que empezará a luchar para que dejara de hacerlo. Su hombría y machismo impidió de continuar la pelea y empezaba a perderla porque hacía muchos años que no tenía sexo.
Veía a la mujer apretándole el miembro, se lo metía a la boca y lo sacaba para volverlo a friccionar. Era una experta y cuando ya sentía que se acababa, Juanitop mira hacía la cama de la niña enferma y ve que ella estaba mirando todo lo que su madre le hacía.
Le comenta a ella y esta no hace caso.
Agarrándole de los cabellos le vuelve a decir - Aguabella estaba mirando, ella dirige la mirada hacia la cama y ve a la niña tiene los ojos cerrados. Yo sabía que se estaba haciendo la dormida. La madre me respondió: - ya ves, está durmiendo y continuó jalando el apéndice sexual, hasta que expulsa todo lo guardado por años. Quizás fueron 20 ó 21 años.
Esa fue la peor experiencia que se llevó en República Dominica. Una mujer que apenas conoce a un hombre y a los dos día tiene sexo con él, sin preguntar si sufre de alguna enfermedad, si le gusta hacerlo o cualquier razón, pero ella hizo lo que hizo y Juanitop se lo guardó.
Esa mujer se le cayó del sitio que la tenía como persona y como cristiana. No podía concebir mentalmente cómo ella que se podía jactar como una verdadera sierva del Señor, haya hecho tamaña cosa, además, delante de su pequeña hija que estaba sufriendo los estragos de su enfermedad.
Desde ese día empezó a cuidarse de la “HERM.ANA” porque no vaya a ser que sea una mujer acostumbrada a tener sexo con cualquiera y en donde sea. Ya no permitía que entrará a la casa de los Marmocercas si ellos no estaban. Salía al patio o a la calle para conversar.
Ah! Y cuando ella llegaba con el auto se sentaba con temor porque podía voltear en cualquier calle solitaria y hacerle lo que me hizo. Claro, como hombre le gustaría, pero su vida cristiana no me lo permitía y siempre recordaba ese versículo de la Biblia: TODO ME ES PERMITIDO, PERO NO TODO ME CONVIENE.
Días después se fue a Puerto Plata para hacer uso del programa Vacacional que compró adjunto al boleto de viaje. Fueron 20 días de alegría, paz y pura diversión. Los dos últimos días, fue la “HERM.ANA” a recogerlo con un grupo de amigos de la Congregación.
Ahí comenzó a conocer a los amigos de la “HERM.ANA” y ella le promete que ya no volverá a pasar lo que sucedió esa noche y le explicó que fue un arrebato que tuvo, porque hacía mucho tiempo (cinco meses) que no tenía sexo y que vio la posibilidad de que yo sea el quien la satisfaga.
A medida de cerrar el tema, le dijo: - Lo que hiciste esa noche se llama VIOLACIÓN!!


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